En el mundo se cuentan muchos relatos, mitos que nos ayudan a construir realidades inmediatas; pocas son las ocasiones en las que nos detenemos a pensar en el impacto político que tienen. En este sentido, Fatema Mernissi, socióloga y feminista marroquí, en su libro El harén en Occidente demuestra cómo es que relatos ficticios pueden ayudar a construir mitos y realidades equivocadas sobre otras culturas y sus mujeres. Para Fatema, Las mil y una noches y su paulatina distorsión en el Occidente es un claro ejemplo de lo anterior.
Las mil y una noches es una compilación de cuentos orientales que relata Sherezade para Sahriyar; el Rey Sahriyar después de haber descubierto la traición sexual de su esposa con un esclavo dentro del Harén, decide matarla y <<decapitar sistemáticamente a cientos de vírgenes inocentes a la mañana siguiente de haberse casado con ellas>>1. Sherezade fue una de las últimas mujeres que quedaban vivas en el reino, entonces decidió sacrificarse y enfrentar al rey.
Sherezade se casó voluntariamente con él y lo enfrentaría con cuentos durante todas las noches, a través de los cuales puso en práctica talentos estratégicos para sobrevivir y para hacer cambiar de opinión al rey sobre sus matanzas. El dominio intelectual de Sherezade sobre su esposo consistía en conocer su mente mediante los cuentos y la lectura de sus expresiones hasta que logró que Sahriyar admitiera que <<odiar a las mujeres es una enfermedad, y que todo hombre debía emplear el diálogo y no la violencia si quería acabar una discusión>>2. Sherezade entonces se convierte en una heroína para el Oriente, una mujer que con los relatos inteligentes salvó a su pueblo.
A través de viajar, escuchar y dialogar, Menissi se percata de que en Occidente no se entiende al harén ni a Sherezade como en Oriente. Al inicio de sus viajes notaba que mencionar la palabra “harén” causaba sonrisas entre los hombres, cuando decidió preguntarles el motivo de su sonrisa descubrió que el harén para Occidente era un espacio en el que los hombres podían obtener placer sexual sin resistencia de parte de las mujeres. ¿Cómo es que para ellos el harén significa sólo placer sexual?
La socióloga marroquí descubre que esta diferencia tiene orígenes profundos: cuando se tradujo Las mil y una noches, muchos diálogos fueron eliminados por ser “excesivos” para la comunidad católica, luego en traducciones posteriores Sherezade moría al final de la historia. Para Mernissi esto significaba que la inteligencia y evidente manipulación de Sherezade fue castigada, los diálogos que habían sido eliminados dejaban al lector sin la noción de que en el harén el conflicto entre ambos sexos representaba darle mayor importancia al intelecto, y Sherezade se reducía a complacer a un hombre malhumorado con favores sexuales.
Conforme su investigación avanzaba, la malinterpretación de Las mil y una noches las hallaba en todos lados: en teatro, danza, pintura, música, literatura. En el Occidente, Sherezade y otras mujeres eran castigadas por ser inteligentes, deslegitiman sus acciones políticas, mujeres reducidas únicamente a su cuerpo. En El harén en Occidente, Mernissi demuestra que <<A diferencia del hombre musulmán, que establece su dominación por medio del uso del espacio (excluyendo a la mujer de la arena pública), el occidental manipula el tiempo y la luz.>>3
Es verdad, los mitos modificados, el teatro, danza, música, contaban realidades falsas: las mujeres aunque luchan, obtienen puestos políticos, salvan pueblos y escriben libros siguen siendo representadas como lo contrario. La manipulación del tiempo y luz Occidental es más evidente para nosotras. En las leyes y en lo ficticio, las historias no son coherentes.
Los relatos que nos han contado no son como con los que creció Mernissi, no nos presentaron a Sherezade como una mujer culta, inteligente, sensual por ser política. <<Lo que confiere a la Sherezade musulmana sus credenciales como mito civilizador aún vigente y como símbolo del triunfo de la razón sobre la violencia es esta capacidad de mujer inteligente para analizar su situación y transformarla>>4 .
En este sentido, es importante recuperar que: los mitos construyen otras realidades y que la dominación está presente en el uso del espacio. La unión de una intención dominadora con el poder de transmisión de un mito me parece especialmente peligrosa. La condición de outsider de Mernissi le permitió identificar el impacto de lo anterior a través de El harén en occidente, pero nosotrxs, que permanecemos en este espacio debemos de mantenernos alertas; es posible si cuestionamos los mitos (el poder de la palabra y uso del espacio) y sus representaciones en pintura, música, películas etc. Fomentemos mitos que demuestran que es posible transformar nuestras realidades como lo hizo Sherezade.
Citas:
1.- Mernissi, Fatema “El harén del occidente”. España, Madrid: Editorial Espasa Calpe, 2000. P. 58
2.-Ibídem. p. 63.
3.-Ibídem. p. 244
4.- Ibídem. p. 64
Bibliografía:
Mernissi, Fatema “El harén del occidente”. España, Madrid: Editorial Espasa Calpe, 2000
Esta columna fue publicada en: ecologiadelsaber.com
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